Decides tomar una ducha de agua caliente y te encuentras con un pobre flujo de agua, que no tiene la potencia para encender el califon. O abren otra llave y el flujo del agua se cae y se vuelve a apagar el califon. ¡La baja presión de agua es demasiado frustrante! Las buenas noticias es que podemos identificar la causa y solucionar el problema por ti